Pasado mañana Cereza cumplirá veintiún meses de vida, y en
este momento, me encuentro lo suficientemente fuerte para echar la vista atrás,
no porque haya cerrado una etapa ni superado mi permanente estado de ansiedad,
sino porque estoy aprendiendo a convivir con él… a ser positiva, y a olvidar malos momentos creados por la incompresión y la falta de empatia que tanto daño me han echo...
En muchas ocasiones me gustaría pedir disculpas por mi
comportamiento brusco y defensivo, fruto de la necesidad de protección hacia mi hija alérgica por
contacto e ingesta, pero en cambio en otras siento que mis reacciones fueron totalmente justificadas…
Si, como lees… esa reacción en plan madre borde, histérica y
prepotente que alzaba la voz llamando tú atención tras vivir un momento de
posible peligro para mi pequeña Cereza estaba tan justificada que no cabe
discusión ni disculpa alguna.
He vivido una etapa de máxima ansiedad digamos... al nivel más alto… desgastando los pilares de la inteligencia emocional que conocia y ha sido algo bastante intenso que ha durado desde
que Cereza cumplió los doce meses hasta hace bien poco… por varios motivos…
Cereza comenzó a
caminar libremente sin necesidad de correpasillos, sillas o juguetes que le hicieran
de muletilla…
Pedía bien clarito los alimentos que le apetecía probar al
verlos sobre la mesa…
Era capaz de localizar hasta la minúscula miga de pan del
suelo, que estaba en la otra esquina de la habitación y comérsela…
Atrás quedaba mi bebe torpe y previsible… ahora era rápida e
intrépida con ganas de aventura…
Comenzó su etapa de imitación de papa y mama…
Todo lo quería descubrir…
Puede que empezase a relajarme un poco el día que la AbuelaCereza
me dijera con tono serio pero sosegado lo siguiente:
Cereza llegará a ser adolescente… una
jovencita guapa, presumida y supercuidadosa con su alimentación, pero crecerá y solo tendrás algún susto pero llegará a ser una mujer…
baja un poco la presión en la que vives… vives con pánico permanente...
Uff lo recuerdo y un nudo aprieta mi garganta, porque tenía
razón, llevaba una presión en mi pecho que no me dejaba vivir, ni respirar, y un pánico permanente que me ahogaba a mi y a quienes me rodeaban… los ponía contra la
pared y en pie de guerra… Comencé a
negativizar por sistema todo y a todos…
Quizás porque al principio nadie nos apoya como necesitamos,
ni le dan la importancia que tiene nuestra situación, al principio solo quedan
papa, mama y bebe… solos… adornados con un gran lazo rojo y brillante que pone
ALERGIA… y siento decirlo pero me han dolido tantas cosas, seguramente todas
involuntarias… o no, pues te
dejan arañazos invisibles en la piel, tan solo quieres proteger a tu retoño, y
en cada intento sales con heridas en el interior y profundas llamadas "incomprensión"…
En cada regaño, en cada por favor… no queríamos molestar ni
incordiar, siento defraudar pero en quien menos pensábamos en esos momentos de
tensión era en ti… (Amiga, tío, primo, abuela, etc...)
Solo importaba la seguridad de nuestro bebe… pidiendo la compresión de una
situación ante la que vivimos diariamente…en cambio tú, por solo una tarde o un
rato que pasas con nosotros, como ya no es como antes… y te pedimos seguridad para nuestro bebe... encima te molesta… mucho..., o eso me
haces entender… pero al enfadarme o hacer escuchar mi voz, quedo como la madre
borde, histérica y prepotente que le gusta ser eterna protagonista…
¿ES QUE NO LO ENTIENDES? NO PUEDO PERMITIRME RELAJARME…
LA
VIDA DE MI HIJA DEPENDE DE ELLO
¿Cómo es esto posible?... Muy sencillo, como voy a relajarme
con un bebe que ya camina y quiere coger las magdalenas que la abuela tiene
sobre la mesa, o quiere postre de su tío, galletas del primo, y que pide a
gritos ``chicha´´ con un plato vacio en la mano mientras todos comen cordero en
salsa… sin escucharla…
Como voy a relajarme si el beso que le quieres dar con todo
el amor del mundo le puede producir un habón urticario del tamaño de una moneda
de dos euros en su moflete porque no te has limpiado los labios después de
comer queso… Como me pides que sea comedida ante un cuenco de gominolas que
podrías haber comprado sin leche y sin huevo… pero no lo hiciste… pero si pones
sobre la mesa a la vista de esa pequeña niña…
¿Qué esperas que haga? ¿Qué se conforme con un ``tú no puedes´´?
Pues no…
dirá: ¡Quiero ``chuches´´! Y su supermegamadre borde, histérica y
prepotente… ¡tachan! Sacará chuches del bolso mágico que de todo lleva (hasta adrenalina) y se las dará…
Porque me haces sentir mal cuando te pido que por una tarde
excluyas de tu cocina, tu salón o tu mesa la leche y el huevo, ¿Porque me
tratas diferente? ¿De verdad piensas que lo hago por fastidiar? ¿Que podría
estar todo como siempre y que Cereza se ponga aparte o no se le da? ¿Por qué?
Sí ella puede comer muchísimas cosas… solo hay que preguntar a papa y a mama…
¿Quieres una madre conformista ante ciertas situaciones? Total si solo es un
día… (se suele pensar)...
Pues no, lo siento… son muchos los días… y recuerdo de nuevo
que mi nivel de ansiedad ha bajado, ya no camino con un enorme escudo de
explicaciones más hechos de acción-reacción… herida invisible… nos damos por
aludidas y a casa… excluidos…
He sido capaz de adaptar mi despensa, mi mente… mi vida para
aceptar las múltiples alergias que por ahora nos acompañan, he sido capaz de
aliarme con ese miedo sufrido en cada rutina diaria, y valerme de él buscando
sustituirlo por algo positivo… Lo siento, no voy a permitir que se hable
delante de Cereza como algo negativo, ni excluyente…
El día a día es muy normal, tan normal que resulta tan aburrido
como el de cualquiera… en el frigorífico, tengo todo tipo de productos… con los
que cocinamos todo tipo de platos… nuestro gel de baño limpia nuestra piel
igual que otro… y nuestras gominolas saben igual de dulces… ¿porque entonces
debo negativizar nuestro modo de vida?
Este pensamiento positivo me ha ayudado bastante a dominar
la ansiedad ante ciertas situaciones potencialmente peligrosas para Cereza, y
ante el pensamiento… ``y si le pasa…´´ (pensando en lo peor… su muerte… sí es lo
que tiene ser alérgico que por un descuido te puedes llegar a morir…)
Reconozco y es lo que estoy haciendo desde el principio del
post, que vivo un miedo constante… es inevitable, siempre lo tendré mientras la
alergia esté ahí… No puedo permitirme el lujo de descuidar absolutamente nada
alrededor de Cereza, pues un error podría costar muy caro… tanto como
su propia vida…
Papa y Mama han desarrollando un estupendísimo Scanner última
generación en la mirada… detectando posibles peligros y desarrollando una velocidad supersónica
para apartarlos en caso de la presencia de alérgenos…
Puede que te parezca un poco liosa esta lectura, así son mis
emociones en este momento… sorry. Iré
concluyendo…
Quiero energía, fuerza y aptitud positiva
siempre… no quiero escuchar más el ``tu no puedes´´, o el ``tu no vienes´´ o él
``para ti no hay´´… porque es MENTIRA…
Mi hija puede, debe y hará una vida totalmente normal…
cuesta un poquito adaptarse, si… ¿es posible? Sí… ¿Por donde empezamos? Aceptando la situación con normalidad, y siendo positivos siempre...
Existen personas maravillosas por las redes... buscalás, te ayudarán a conocer para
llenar tu despensa y nevera con productos aptos, te facilitarán recetas, te
darán a conocer productos de cosmética, cuidado personal y medicamentos aptos… lo sé porque yo di con ellas...
Ármate de fuerza, y energía positiva… y derrota esos ``tú no
puedes´´… porque tu bebe tiene derecho a disfrutar de una infancia feliz, sin
condicionantes ``SOCIALES´´, aprovecha
esa ansiedad que sufrimos todos los padres y madres durante los primeros meses
de convivencia con las alergias alimentarias y domínala… transfórmala en algo
positivo y arrolla toda la negatividad haciéndola a un lado…
No nades contracorriente… nada a favor de ella, crea tu
cauce… tú tienes ese poder… yo lo estoy consiguiendo… ¡Animo!