Imágenes muy útiles para llevar a mano

Aquí os dejo dos imágenes muy útiles para llevar en el movil a mano, sobre todo cuando estas empezando en este mundo de la alergia, espero que os gusten: 

  

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Cada vez que voy a un bar termino sin querer... informando amablemente de los alérgenos...

Cada vez que voy a un bar termino sin querer... informando amablemente de la obligación de avisar al cliente de la presencia de los 14 alérgenos en sus cartas y menús... y que en Diciembre de 2015 debe ser por escrito mediante los siguientes símbolos o similares...

Hoy mismo me ha dicho un camarero agradecido que considera la conversación conmigo un cursillo exprés y que ahora comprende muchas cosas de ciertos clientes... y pienso yo... ya que tengo comprobado que el 99% de los hosteleros con los que hablo no están "bien" o "nada" informados sobre el tema...

¿Quien debe informar y formar? Muchos de ellos están perdidos en este asunto y lo aceptan de buen grado cuando el tono con el que se les explica es el adecuado... y me da pena que en otras ocasiones parezca un "tema de guerra" y se pongan a la defensiva por culpa de malas experiencias previas tantos de padres como de hosteleros.... y no ven q es una carta de paz... el inicio del buen entendimiento... ¿que opináis sobre la Desinformación existente?

Hace un tiempo me enfadaba mucho tras cada desencuentro con el típico camarero cabezota que da por hecho que ese día te has levantado para tocarle la moral por no decir otra cosa, porque sí… es algo que habitualmente hacemos las madres de alérgicos, solemos ir a fastidiar al bar para sacar de sus casillas al personal, no tenemos nada mejor que hacer…

En muchas ocasiones he terminado discutiendo con el camarero de turno que finalmente ha tenido que agachar las orejas y darme la razón tras hablar con cocina. A la gran mayoría les resulta tremendamente molesto ``asegurarse´´ de los componentes del plato de menú de turno, algo bastante llamativo en los casos donde se llevan años sirviendo el mismo plato repetitivo semanalmente y no conozcas sus ingredientes, lunes paella, martes gazpacho, miércoles migas, jueves cocido y viernes ensalada de pasta…

Recuerdo un día en Barcelona, entramos en un bar cerca del puerto que anunciaba platos ``veganos´´ en su menú, pensé que sería estupendo no tener que preocuparme por un día de leer ingredientes… ilusa de mi, Al mismo caer la carta en mis manos, bajo la vista… menú vegano: ensalada con rulo de queso de cabra, berenjena rellena de atún con salsa, etc.…  Llamo al camarero…

¿Perdone puede usted preguntar en cocina si la berenjena lleva leche o huevo por favor?

No lleva señora…

¿Puede preguntarlo?

¡¡Señora que no lleva!!

( Sus ojos me miran con desprecio y sus nervios agitan sus pies mientras sigue anotando las peticiones del resto de comensales en la mesa… acaba de suceder soy plenamente consciente… su mirada me ha convertido en una columna de parking a la que solo le hacen caso cuando da un golpe a los grandiosos coches que circulan a su alrededor… Oh! Perdón… ¿es el coche quien golpea no? ¿Y porque todo el mundo piensa que diablos hace la maldita columna estorbando aquí? Efectivamente esa columna era yo para el camarero…

Perdone quiero asegurarme y no puedo pedir nada hasta que usted no hable con la cocina… Necesito que me diga si la Berenjena lleva leche o huevo, y si las patatas con pollo también para ver que puedo tomar, se lo agradecería…

¡Señora! Llevo 5 años trabajando aquí… ¡y le digo que no lleva! (su tono de voz es tan altivo que PapaCerezo  a fruncido la mirada y está en posición rececho)

¿Es que usted no ve que están en el menú vegano? (Creo que me acaba de llamar idiota sin decirlo… aguanta MamaCereza tienes derecho a comer y un ignorante no te va a quitar el hambre)…

Le pido por cuarta vez… ¿puede preguntarlo? ¿Es demasiada molestia para usted o me levanto yo? (Le digo con un tono sereno pero con un calor subiendo por mi rostro que augura la tormenta interior)

De pronto me encuentro al cocinero delante de mí limpiándose las manos con un paño de cocina e intentando leer mi carta del revés… el camarero esta callado, rojo y mirando a todos los lados menos a mí… está nervioso.

Señora, la berenjena lleva nata en la salsa y es de origen animal porque no me quedaba de la vegetal… Sí lleva leche, así que si es por alergia solo le aseguro poder tomar el pollo con patatas…

Le agradezco la información, tomare eso y un refresco light… Y por favor dígale al camarero que no esperaba la disculpa, pero por lo menos explíquele el riesgo que corre su puesto de trabajo si se le da un shock de anafilaxia a un cliente a consecuencia de ``suponer´´… porque así lo entenderá mejor…  antes de asegurar algo que NO SABE… 
(Manía de dar las cosas por hecho todo el mundo)…

Prometo que esta situación fue real, e incluso me dejo detalles, y seguramente vosotros las habréis vivido peores… solo era el botón de muestra…

Por mi trabajo, hablo con muchos hosteleros y cuando surge el tema, (pues no es  algo que yo vocifere con una campanilla) siempre llego a la misma conclusión… se enfadan con nosotros porque desconocen las dimensiones y la importancia, no son conscientes de nuestra verdadera aptitud al sentarnos en su mesa, y mucho menos creen que nosotros sí les comprendemos a ellos… pues créanlo que por lo general le comprendemos y mucho.

Señor Hostelero,

Estoy sentada en su comedor porque me gusta su bar/restaurante, me han hablado bien de él, y quiero que mi familia pase un rato agradable, ellos tienen derecho a disfrutar de una buena comida y sé que su cocina puede servirla, ¿sabía usted que mi marido no es alérgico? Por eso puede pedir cualquier plato de su menú, de forma rápida y sin molestias…

¿Sabía usted que yo no soy alérgica aunque actuó como si lo fuera? Por eso toda su vida me ha visto comer de todo y ahora le parezco rara, meticulosa e irritable,  cada vez que le pido algo de su estupenda carta…

Me gustaría que usted se tomase un café conmigo, yo le invito… tengo tantas cosas que contarle…

Soy consciente, usted no tiempo para cafés pero aún así le voy a contar algunas cosillas que me suceden cada vez que estoy en su negocio…

No quiero molestar, solo disfrutar de una comida con mi familia.

Me gustaría no tener que preguntarle cada vez que voy a visitarle, para mí no es agradable acribillarle a preguntas en el justo momento de hora punta, ese mismo que llena sus mesas de comensales y todos quieren ser atendidos sin demora, pero debo hacerlo porque su carta no está adaptada para informar de los alérgenos que lleva cada plato,… y la vida de mi hija depende de ello.

Nos gusta hacer vida social como a casi todo el mundo, aunque tengamos limitaciones, en casa comemos casi a diario, seguro que usted también sale con su esposa e hijos, aunque sea poquito… alguna salida cae…

Sé que para tener platos sin ninguno de los 14 alérgenos marcados debería de tener dos cocinas, una de ellas para evitar la contaminación cruzada y no es posible, le comunico que no le pido eso…

Tan solo me gustaría leer su carta y localizar ese plato apto para nosotras sin molestar a nadie, como mucho le pediría al camarero cuidado en su manipulación hasta la mesa… por eso de llevar más platos en la bandeja o meter los dedazos en los bordes de la porcelana…

Se habrá dado cuenta… sobre la mesa hay un tupper de comida que usted no ha preparado, solo soy una madre previsora, no quiero saltar una comida de mi hija y que pase hambre mirando como los demás comen, me gustaría que su camarero no mire mal ese tupper cada vez que pasa… realmente es incomodo, más aún cuando hace un mes ese mismo hombre calentó en el microondas el potito de Hero de mi hija y se lo puso en la mesa con una gran sonrisa diciendo: ``comételo todo para ponerte grande´´… 

Es que si es un potito comercial no tiene reproches, pero si es carne con verduras en un tupper lo mira como si le fuera a quitar las ollas de los fogones, jejeje sinceramente es lo mismo… ¿usted no lo ve así? ¿Le explico la diferencia? Uno va triturado y es comercial, y lo otro es casero y va en un tupper… el tupper de ``porsiacaso´´…

Tengo tantas cosas que decirle amablemente, pero creo que este café ya ha dado para unas cuantas cosas… Recuerde que soy la misma cliente que antes de tener a mi hija, usted atendía con agrado y simpatía, incluso me invitaba a chupitos de ron miel, no he cambiado, soy la misma… una cliente como cualquier otra…

Gracias por su atención.